Carta al espejo
Por: José Daniel Palacios Restrepo
Querido José,†
Desde aquí todo parece más fácil. Pero sabemos que ese intento por creer que todo estuvo siempre bien es una ilusión.
Vas a sentirte solo, te lo advierto. Y vas a pensar que estás solo con tus pensamientos porque nada a tu alrededor parece abrir esa puerta de conversar sobre lo que sientes, sobre esos pensamientos que parecen estar mal y que te dicen que deberías resolver algunas preguntas sobre ti mismo.
Estás equivocado cuando piensas que lo que eres está mal y que deberías mantenerlo como un secreto para que nadie pueda opinar sobre tu vida. Estás equivocado incluso cuando creas que el amor es privado y que así debería ser la orientación sexual. Estás equivocado, José, porque un día vas a entender que tienes el mismo derecho a existir que tienen los otros. Y que en el secreto se esconden muchas cosas que te ponen en peligro.
Te vas a enamorar o al menos habrán cosas que parecerán amor. Y descubrirás que tienes un corazón que se puede romper y solo ahí te darás cuenta del tesoro que tienes en el pecho: un lugar que debe ser seguro, sin juicios y siempre sin violencia.
Podrás saber que el amor de tu familia nunca cambia, pero que para todos no es igual, y por eso tendrás que estar siempre en los espacios que garanticen los derechos humanos de personxs como tú. El derecho de ser, amar y pensar distinto.
Te sentirás orgulloso, sí. Pero lo más importante es que cada día te irás despojando del miedo que te enseñaron a privilegiar, de la culpa que ya no te sirve para nada, de las formas de vivir que oprimen a los otros y no los dejan vivir como son.
Te vas a escribir una carta un día, y esa carta será como un ritual. Todo lo que escribas va a ser un abrazo a los que te leen y están al otro lado del miedo, esperando para cruzar y contar la historia.
Te quiero,
José.